Recuerdo como si fuera ayer el momento en que, luego de terminar mis pasantías profesionales en un hotel de 4 estrellas, me propusieron hacer una suplencia en su Departamento de Recursos Humanos. ¿Quién hubiera dicho que esa suplencia se convertiría en mi empleo estable por los próximos tres años?
Sin duda, fue la mejor manera de iniciar este camino que, sin saberlo del todo, me ayudaría a descubrir mi vocación por el servicio.
Aunque la atención que brindaba era al cliente interno, siempre estuvo presente en mí el deseo de dedicarme al servicio de turistas y visitantes. Fue así como decidí cambiarme y comencé a trabajar en el counter de una aerolínea. Para mí, era un gran paso, estaba segura que me llevaría por buen camino.
No sé si fue casualidad o eso que llaman destino, pero justo cerca de esas oficinas donde trabajaba de lunes a sábado, estaba uno de los hoteles más hermosos que había visto. Yo solía desviar mi camino habitual de regreso a casa solo para caminar por la acera de enfrente y admirar su entrada y su edificio. Estaba muy cerca… y a la vez, sentía que aún me encontraba lejos.
Once meses pasaron hasta que atendí a una pasajera que, para mi sorpresa, trabajaba justamente en ese hotel. Quedó encantada con mi disposición, creyó en mí, y me animó a postularme. Me dijo que buscaban personal para atención al huésped y que yo podría hacerlo muy bien.
Yo pensé: “Tal vez no es el momento, no estoy lista”. Pero igual anoté su contacto en mi agenda.
No recuerdo exactamente cuántos días pasaron, pero conociendo lo soñadora que soy, no tardé mucho en escribirle y así fue como ese contacto me llevó a conocer a quien sería mi próximo jefe.
Siendo Técnica Superior en Turismo, comencé a trabajar en el Business Center de un hotel 5 estrellas. Recuerdo que el mobiliario era impecable, y ¡colocaban flores hermosas en la entrada! Una de mis memorias favoritas de esa época, era la “excusa” de saludar al personal de la Recepción para aprovechar de caminar por el lobby y apreciarlo! era lo primero que hacía después de uniformarme y colocarme mi portanombre...
Viví muchísimas experiencias hermosas, conocí a personas maravillosas, aproveché muchas oportunidades… y también dejé pasar otras.
Además de mis estudios, todo esto me fue formando, tanto como profesional como persona, y direccionó mi camino en el área del servicio, de la cual me siento profundamente orgullosa.
Doy gracias a Dios por la oportunidad, por quienes creyeron en mí, y por quienes siguen haciéndolo… Y gracias a ti, por ser mi cómplice y visitar esta página, que no es más que el primer capítulo de un nuevo camino: Una invitación a formar parte de esta comunidad en crecimiento, donde Hacemos brillar tu talento con propósito.
Seguiremos en contacto ;)
Por Marbella Godoy
Creadora de BrillaTEC
Talento – Excelencia – Crecimiento