¿Cuántas veces confundimos vocación de servicio con sumisión?
Después de años de experiencia, puedo decir con claridad que una de las claves para destacarse en el mundo del servicio es comprender esta diferencia fundamental: ¿servir o ser servil?
Según la RAE, “servil” se refiere a una actitud de exagerada sumisión hacia alguien. En cambio, “servir” tiene múltiples significados, y uno de los más valiosos es: “ser útil o apropiado para un determinado fin”. También aparece la definición “estar sujeto a alguien haciendo lo que él quiere o dispone”, pero ahí es donde debemos marcar el límite: servir no es someterse.
Cuando alguien actúa desde el servilismo, puede ser por dos motivos:
- Porque busca aceptación o aprobación desde la carencia personal.
- O porque nunca aprendió a actuar desde un verdadero sentido del servicio.
Desde esta perspectiva surge el concepto de ser servicial: una persona que presta ayuda desde valores auténticos como la educación, la humildad, el respeto y, entre otros, el profesionalismo. Ser servicial es actuar con propósito, con empatía, y con plena conciencia del valor que aportamos.
Desde BrillaTEC proponemos esta definición como punto de partida:
“El servicio es la acción voluntaria de ayudar, asistir o acompañar a otro, con el propósito de mejorar su experiencia, resolver una necesidad o generar valor a través de la interacción humana.”
Servir no es rebajarse. Muchos dicen que es un arte, porque cuando se hace de manera genuina, genera una conexión profunda con quien se sirve. Y para lograrlo se requiere habilidad, atención al detalle y dedicación. Como todo en la vida cuando buscamos dejar huella desde lo positivo.
Te invito a continuar reflexionando conmigo sobre la pasión de servir, a formarte para aprender el verdadero sentido de lo que significa ser servicial con autenticidad.
Gracias por acompañarme en este camino hacia la excelencia en el servicio.
Con cariño,
Marbella Godoy
Creadora de BrillaTEC